Católicos del Rosario reciben Sacramento de Unción de los Enfermos en Miércoles Santo
Parroquia de Nuestra Señora del Rosario, Oax., 27 de Marzo 2024.- En celebración religiosa, católicos del Fraccionamiento “El Rosario”, encabezados por su presbítero Ricardo Vásquez Ojeda, durante el Martes Santo, respetuosamente presenciaron, escucharon y participaron en la Misa Crismal, en la que fueron entregaron a este templo los Santos Óleos (Óleos de los enfermos, Santo Crisma y, Óleo de los Catecúmenos), bendecidos en Misa Crismal celebrada en la Catedral Metropolitana de Oaxaca.
En este acto, el párroco Ricardo Vásquez Ojeda, renovó sus promesas de Obediencia, Castidad y Pobreza ante el Obispo de Antequera, Oaxaca, Pedro Vásquez Villalobos, Cristo y su Iglesia. Posteriormente, los Santos Óleos fueron trasladados y recibidos en celebración religiosa, en la cabecera parroquial de Nuestra Señora del Rosario.
En tanto, este Miércoles Santo, en este Templo Parroquial en el que pendían en sus columnas una cita del Evangelio: “Mi hora está ya cerca. Voy a celebrar la Pascua con mis discípulos en tu casa”, en Misa de Unción de los Enfermos, el sacerdote Ricardo y los presentes hicieron oración, rogaron y confiaron al Señor por todos los hermanos enfermos, para que Dios les ayude, acompañe y les dé la salud. “Muestrales Señor tu misericordia y reconfórtalos por medio de la Santa Unción, líbralos de todo mal, alivia los sufrimientos de todos los enfermos de nuestra Parroquia.
Concede tu gracia a todos los que se consagran al servicio de los enfermos, por los médicos, enfermeros y los auxiliares, libra a los enfermos de todo pecado y tentación; concédeles vida y salud a quienes vamos a imponer las manos en tu nombre”. Confiaban en el señor.
En reflexión a la homilía, el presbítero Ricardo Vásquez Ojeda añadía: “Desde la semana pasada, estamos en la Semana de la Pasión que significa dolor, sufrimiento, sacrificio, tristeza, angustia y entrega de Jesús. Todo esto es la pasión de Cristo, y se asemeja bastante a la enfermedad de quienes tienen alguna enfermedad crónica o terminal y es difícil vivir esa pasión como la que vivió Cristo pero él lo hizo por nuestra salvación.
Vivamos como dice el santo María Ligorio” La pasión, la cruz es escuela para que aprendamos en esos momentos de enfermedad y dolor a vivir nuestra vida, no solamente en el momento del dolor, sino a lo largo de nuestra vida”. En estos días, hacemos la invitación para que meditemos la pasión de Cristo, acerquémonos a los evangelios.
Estamos a tiempo para leer y estudiar los pasajes de la Pasión de Cristo y más cuando tenemos un dolor, sufrimiento o enfermedad sea física o espiritual para que eso nos dé ánimo a nosotros; también se sufre por el dolor o angustia de un ser querido enfermo o que muere, preparémonos para poder vivir esa situación, aprendamos de Jesús, pidamos por nuestra salvación, perdone nuestros pecados, faltas y ofrezcamos nuestra conversión.
Como dice san Pablo: “Nuestro dolor, nuestro sufrimiento unirlo al sufrimiento de Cristo”, démosle a nuestra enfermedad un sentido, eso nos ayudará para sentirnos mejor y llevar una vida mejor, para la salvación de nuestra alma, vida y la de los demás. Jesús siempre es solidario con nosotros en el dolor y enfermedad de los demás, él siempre estuvo atento y curando a los enfermos, realizó muchos milagros y curaciones a tantos enfermos, los atendió, dio consuelo, fortaleza y ánimo; él no quiso abandonarnos y este Sacramento de la Unción de los Enfermos es su presencia, de manera especial para los enfermos”.
Durante esta celebración, los católicos extendieron sus manos y en oración al Espíritu Santo recibieron la Unción de los Enfermos a nombre de Cristo a través de su representante parroquial. “Busquémoslo, confiemos en él, recibámoslo, él nos dará fortaleza y ánimo para seguir adelante y no desesperar en la enfermedad. Llevemos nuestra cruz con paciencia y buen ánimo. No nos desanimemos y con alegría salir adelante. Dios nos va ayudar para recuperarnos y sentirnos mejor, Cristo quiere nuestro alivio físico y espiritual, pongámonos en sus manos. Las personas que recibieron este sacramento, también recibieron la comunión, ofreciéndole al Señor sus oraciones por todos los enfermos de esta Parroquia, de quienes están fuera y en los hospitales, así como en todas partes. (Joel JAVIER)