El indicado para la FGE es el Juez Manlio Rigoberto Hernández Domínguez
Mario GIRÓN
No quieran inventar el agua tibia en Oaxaca, en donde la basura empezó a competirle en exportación a la industria del mezcal, ello, mientras la delincuencia organizada y desorganizada hace de las suyas en perjuicio de una sociedad, también desorganizada y temerosa, siguiendo con la mala fama de no denunciar la comisión de un delito a partir de saber que la policía está infiltrada por el bando de los malos.
Sin temor a equivocarme y porque conozco el tema, vinculado al punto débil en las últimas seis administraciones del gobierno del estado, me permito reconocer que el bueno, el mejor para la Fiscalía General del Estado (FGE) sigue siendo el experto en materia penal y actualmente Juez adscrito al penal de Tanivet, Tlacolula, Manlio Rigoberto Hernández Domínguez.
Un profesional de la materia en toda la extensión de la palabra; abogado postulante, catedrático y poseedor de dos maestrías y doctorado, Hernández Domínguez, es el perfil indicado urgentemente para una FGE de cabeza, hoy no solamente sin titular, también con puertas cerradas a la sociedad, derivado a un problema laboral, al no llegar puntualmente la primera quincena de enero al personal sindicalizado y de confianza, a consecuencia, aseguran, de yerros administrativos cometidos por la Oficial Mayor, Cinthia Valle.
Originario de Oaxaca de Juárez, el Juez Hernández Domínguez, entre varios puntos más, para llegar a la titularidad de la FGE ofrece el sentido común para resolver todo el lastre que mantiene secuestrada a una institución obsesa, sin trabajar, sin la pasión por investigar para empezar a limpiar la calle de delincuentes que siguen operando sin pagar por delitos cometidos con antelación.
Por ejemplo, regresar a que cumpla con sus obligaciones constitucionales la FGE. Obligarla a recuperarse, que vuelva a convertir convertirse en digna representante de la sociedad oaxaqueña y no de la delincuencia. Que la sombra la Fiscalía no siga protegiendo a los infractores de la ley. Que persiga por oficio y por denuncia, sacarle las manos de la bolsa llena de dinero ilegal.
El día y hora que la FGE regrese a su origen, convirtiéndose en una gran señora, representante de la sociedad ante la comisión de un delito, ese día Oaxaca estará marcando su destino contra la delincuencia. En ese instante, se estaría hablando bien, de las mejores instituciones del país en la entidad oaxaqueña.
Un segundo punto de importancia sería: la investigación. Una FGE investigadora (de nuevo, volverla a su origen, ponerla a trabajar). La Fiscalía es una institución obesa, con más personal que investigación y mejores resultados para los afectados del delito.
Tercer punto, el de la honestidad. Un transparente manejo del presupuesto. Superar ese terrible episodio, mal o cáncer o tufo a corrupción, cuando el policía solicita dinero para gasolina o viáticos a víctimas de la delincuencia, si desean, que los agentes salgan y se pongan a dizque investigar.
Hernández Domínguez camina solo; su padrino es el conocimiento y la superación académica; también los alumnos que han abrevado conocimiento de la cátedra impartida en distintas universidades.
El Juez Hernández Domínguez llegó a la semifinal por la titularidad de la FGE; su nombre está inscrito en la terna de cinco aspirantes varones; fue valorado y aprobado por las y los señores deputados integrantes de la Comisión Permanente de Administración y Procuración de Justicia de la LXV Legislatura.
Legisladores aprobaron su experiencia de Hernández Domínguez, el dominio del tema, su claridad de ideas, argumentos, congruencia, capacidad de síntesis, sentido crítico, pero principalmente, la propuesta para mejorar la procuración de justicia, lo que le permitió finalmente, convertirse en serio aspirante al objetivo buscado.
Si existe la honestidad y la congruencia; si en realidad el buen deseo para Oaxaca es rescatarles la funcionalidad con honestidad y trabajo la FGE. El indicado sería el nuevo rostro de un experto profesional del Derecho Penal: el Juez Hernández Domínguez.
En su basto currículo vitae, se destaca, entre otros puntos:
Imparte clases, conferencias, talleres a nivel Maestría en universidades, tanto del país como en Oaxaca, por ejemplo, la Universidad Benito Juárez de Oaxaca (UABJO), Universidad Regional del Sureste (URSE), Universidad La Salle Oaxaca (La Salle), Universidad Libre de Derecho de Chiapas, Universidad Benemérita de Oaxaca (BUO), como también docente en la Escuela Judicial del Poder Judicial del Estado, capacitador de aspirantes a jueces y juezas e impartido clases a Agentes del Ministerio Público.
Maestro en Derecho Procesal Penal y Juicios Orales; concluyó el Doctorado en Derecho Penal. Actualmente estudia la segunda Maestría en Razonamiento Probatorio y Proceso Penal en la Universidad Benemérita de Oaxaca (BUO); su perfil académico se combina con la practica diaria en juicios penales orales.